TIEMPO DEL ALMA: LOS SUEÑOS
No soy psicóloga,
pero soy escribidora, poeta, y en el mundo de los sueños, dormida o despierta
es donde encuentro mis inspiraciones, por eso mi interés en aspecto de la vida
humana y animal, porque todos los mamíferos sueñan.
Para los
escritores los sueños nos escriben. Los vínculos entre el escribir y soñar son
estrechos, siempre digo que la poesía es material de los sueños y el sueño un
género literario, entre lo fantástico y lo maravilloso
El soñar es un
acto profundamente creativo, de allí el relato de los mitos que recrean
realidades más profundas que los hechos históricos porque son elaborados con la
misma esencia de los sueños.
El sueño es un enigma
a desentrañar, aunque los estudiosos en la mente humana den sus versiones
científicas, muchas son las versiones, pero el que contacta con los sueños sabe
que hay algo más. Solo decir que el que no duerme y no sueña, enloquece hasta
morir; siempre soñamos, aunque no lo recordemos.
El camino está
siempre por la zona oscura de las raíces, y no el aire, debajo de las máscaras
diabólicas, siempre está nuestro ser verdadero.
El idioma del ser
es idioma de sabiduría, aunque a veces en los sueños se manifiesten con
imágenes feas, que no aceptamos, que nos avergüenzan, El ser libre de
condicionamientos no tiene ningún tipo de prejuicios, esos que nos esclavizan
para la convivencia de los tiempos.
El alma en los
sueños se expresa con símbolos e imágenes, le da forma a la experiencia
emocional entre otras cosas, y nos relaciona con el inconsciente colectivo al
que estamos unidos por leyes profundas donde se encuentran los arquetipos
inscripciones para que nos demuestran la forma como nos manifestamos los
humanos.
Ellos siempre
están allí, Einstein termino de resolver el ultimo estadio de la Teoría de la
Relatividad, por un sueño; Descarte un racionalista pensó su obra, pero primero
la soñó, ejemplos de estos hay considerables ejemplos.
Los artistas usan
a los sueños para elaborar su obra.
Son tan nuestros,
como extraños, son la conexión con lo que nos sustenta y nos afirma.
Los humanos
siempre somos alterados por el caos que nos provoca la mente, herramienta que
nos cuesta manejar, pero en estos tiempos el caos se visibiliza con premura,
vomita sus pesadillas y le da forma a los monstruos que no supimos aceptar, por
esto es que los sueños se imponen, nos persiguen, nos rescatan.
Este año
astrológicamente hablando vamos a tener al planeta de los sueños y de la
ensoñación: Neptuno entrando en Aries, signo de inicios y de agresividad en sus
proyecciones, lo que quiere decir que Neptuno va impulsar a una nueva manera de
soñarnos. Será esto para que demos al soñar un lugar más destacado, y volver
ante lo inverosímil de esta realidad acusante y realizar desde ese lugar el
desalojo de la pesadilla que pusimos en escena y volver a soñar la vida desde
nuestro verdadero ser porque ya no hay a donde volver y el sueño puede hacer de
este destierro, el lugar.
El mejor lugar,
porque desde allí podríamos reconocer a lo que nos sustenta y nos creó, nuestra
sagrada Madre Tierra y sus elementos que nos conforman, y solo de Ella recibir
directivas para una existencia más amable.
Rosa Esther Moro.