martes, 2 de enero de 2018

PALABRERIO

                                  PALABRERIO
Cuando el movimiento y la palabra se unen nace la magia.
La palabra nos crea y nos recrea.
El mundo está sostenido por la palabra.
Somos lo que somos por la palabra.
A veces la palabra se vuelve liviana, pierde contenido y se las lleva el viento, pero otras son los que son, poderosos mantra y crean.
La palabra nos da la dimensión de creadores
Hay palabras que se entregan y otras que se guardan, unas para el afuera y otras para el adentro. Al final todo es lo mismo, porque siempre es el  Caos primordial, nuestra Madre, resolviéndose  a sí misma con nuestra experiencia.
Para algunos, la palabra tiene colores, formas, siluetas que se van dibujando, hasta alcanzar la dimensión de pensamientos y se vuelven todo lo que vemos.
A veces nos tenemos que desapegar de todas ellas, para ver lo que en     verdad somos, luz espejada que por mandato busca ser consciente para relatar la vida y ser huella.
La palabra entonces es relato que se manifiesta de distintas formas y crear nuestro mundo a través de ellas. Crean las nubes y las lluvias que lloran nuestras palabras, son el frío y el calor, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo
 La vida y la muerte. Dios y el demonio. Ellas danzan y se nutren con los opuestos.
Son el tiempo que nos abarca mientras somos barro de la tierra, luz del fuego, agua de la sangre y aire que se respira y nos respira.
Mientras las palabras están, la vida que conocemos está.

Rosa Esther Moro

1 comentario:

  1. Alguien tenía que decirlo. Y admiro que fueras tú. Felicitaciones. Juan Disante

    ResponderEliminar