YO, ALFONSINA, UNA MUJER
LIBRE
Ese es el nombre del espectáculo
unipersonal, que ofrece el Museo Larreta, al que concurrí, convocada por
nuestra Alfonsina, como los montones de mujeres, que según observé en la espera
para entrar la sala, la cola llegaba a la esquina.
En estos momentos que en
nuestro país la energía femenina se manifiesta con todo su esplendor, parece
que redescubrimos a Alfonsina. Su voz parece llegar con vigor renovado a
nuestros días para mostrarnos la potencia de su mensaje llamando a la reflexión
a los seres humanos, y no solo a mujeres, porque es toda una sociedad la
atrapada en algo violento que no se termina de deshacer. Ella nos dice: "
estudie muy bien a los hombres y a las mujeres, no difieren mucho unos de otro,
solo que los hombres son más egoístas y las mujeres más deshonestas, condición
esta por vidas de sometimiento."
La loba que atravesó los
territorios lodosos de la mediocridad, que ya a los once años le pagaba el
alquiler a su madre con su trabajo, que recitaba poemas en lugares dudosos de
Rosario, la que se esforzó para hacerse de un título de maestra, profesión que
ejerció con amor, y la que fue adelante con su vientre florecido en momento que
las mujeres se fajaban para esconderlo. Madre sola para no negar su verdad: el
amor.
Poeta y periodista, dramaturga y docente,
impuso su voz denunciando los estereotipos de género, incitando a las mujeres a
tomar conciencia de su realidad, y defendiendo los derechos de la mujer, a su
libertad de decisión, desde sus columnas periodísticas, con la fuerza del
animal herido que camina sobre los desechos de una sociedad patriarcal.
Esa voz que sigue denunciando a ese
patriarcado que aún hoy en su pataleo final solo trae un relato de daño, dolor,
y exclusión. Así como esa destrucción de la Madre Tierra que se ejerce sin
piedad, como lo hace con los más débiles. El despertar de la energía femenina
es también de supervivencia, porque el mal trato hacia las mujeres es el mismo
que se da a la Naturaleza y a nuestro hogar, la Madre Tierra.
Con ese su impulso
atravesando tiempos nos dice a propósito; "Que no hay una sola mujer que
no sea feminista, podrá o no participar en la lucha política, pero desde el
momento que piensa y discute las ventajas y errores del feminismo, lo es.
Porque el feminismo es el ejercicio del pensamiento de la mujer"
Los textos del
espectáculo son de Alfonsina, el libro y dirección de María Esther Fernández y
la interpretación a cargo de Guadalupe Gerrino, actriz que transmitió la
energía de esa mujer dispuesta a todo como su nombre lo indica; energía que
viaja a través de las mujeres de este país. No es de extrañar al conectarse con
eso que transmitió la actriz, de las tantas mujeres con genuino poder personal
en defensa de valores y derechos, que nuestra tierra engendro, y que se van
manifestando a través de distintas disciplinas, y que son llegadas de variados
lugares de nuestra sociedad para transformar la vida que se estanca en un solo
ver.
Su voz poética nos muestra la transmigración
de esa energía desde tiempos fundacionales
"En las grandes
mujeres reposa el universo
las consumió el amor,
como fuego al estaño,
a unas; reinas, otras
sangraron su rebaño..."
Y ahí vamos recorriendo
el camino, cada vez más conscientes de nosotras mismas, buscando realizar una
vida sin tantas aristas y que sea un lugar plácido donde crear un mundo mejor
para hombres y mujeres, así como lo deseo Alfonsina.
Rosa Esther Moro.
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